El ritmo de vida que llevamos y la escasez de tiempo que tenemos nos condiciona muchas actividades del día a día. Desde las reuniones sociales hasta ir a la compra, todo se ve afectado por la falta de tiempo. Por eso, se ha hecho muy frecuente la compra online, incluso la compra de productos perecederos como el pescado fresco. Pero ¿cómo saber que el pescado que llega a casa es un producto de calidad, recién salido del mar y que no se ha deteriorado y perdido carácter a lo largo del proceso de compra y transporte? Para ello, a continuación, describimos unos trucos para reconocerlo a simple golpe de vista y olfato.
Trucos para reconocer que el pescado es fresco
Debes fijarte en los siguientes aspectos:
- La piel del pescado todavía fresco es de un color intenso, vivo. Al retirar la piel de las piezas de pescado, esta debe ser retirada con cierta dificultad. Si la piel se extrae con facilidad es sinónimo de que el pescado carece de frescor.
- De nuevo en relación con la piel. Si esta posee escamas, deben estar bien unidas a la piel de la pieza, si se caen o se desprenden muy fácilmente, no estamos antes un pescado fresco.
- En relación con los ojos de la especie. Si los ojos del pez están hundidos, es decir, no sobresalen, no están abultados, y poseen una capa de color blanquecino, la pieza no es fresca. Para garantizar la frescura del pescado, los ojos deberían estar negros e hinchados.
- El pescado que vamos a consumir tiene que oler todavía a mar. Si notamos un cierto hedor que no recuerda al mar, se trata de pescado que no es fresco.
- La carne del pescado debe estar tersa, firme y estar bien adherida a la espina del mismo. Este es un truco infalible para reconocer un pescado fresco .
- Las agallas o branquias del pez presentan un color rojo intenso o, al menos, rosado. Cuando las agallas de las piezas de pescado están ennegrecidas, presentan un tacto mucoso y además desprenden cierto olor, el pescado que tenemos delante no es fresco.
Los amantes del pescado sabemos que es un producto muy perecedero y que en los procesos de transporte pierde calidad y frescura. Al llegar a las casas es muy probable que no se consuma de inmediato y pase uno o algún día más hasta ser consumido. Por eso, reconocer la frescura del pescado es muy importante para llevarnos lo mejor del mar a la boca y evitar desperdiciar el dinero. El pescado fresco es uno de los manjares que no falta en muchas cocinas, por lo que es primordial fijarse bien en la frescura a la hora de comprar el pescado.
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